Cientos de fanáticos británicos de Pokémon Go están haciendo pasar un mal rato a una colonia de focas de Whitley Bay, al noreste del país.
¿Qué pasó? Pusieron una pokeparada de seels en el hábitat de estas foquitas y ellas están tan chatas que se lanzan de vuelta al mar ya que se sienten atosigados con estas visitas.
Según expertos, estas visitas estan influyendo en el comportamiento de las focas que residen en la zona.
La idea es que se cambie esta pokeparada por un lugar más segurp, que no perturbe a los animales, al menos eso dijo el portavoz de la región de North Tyneside:
“Reconocemos que el fenómeno de ‘Pokémon Go’ divierte a mucha gente e incrementa el número de personas en ciertas localizaciones pero la isla de St. Mary es un área de belleza natural con una significativa fauna”.
Pobres focas, todo por los seels.