El cerebro humano puede confundir cansancio con hambre
26 de Diciembre de 2025 Francisco González
¿Te da hambre justo cuando estás agotado? No siempre es el estómago hablando. Cuando el cuerpo está cansado, el cerebro puede confundir la falta de energía con hambre real, buscando una solución rápida para compensar el desgaste físico o mental. En ese escenario, comer aparece como un atajo, aunque no exista una necesidad nutricional inmediata.
La falta de sueño altera el equilibrio hormonal: aumenta la ghrelina, que estimula el apetito, y disminuye la leptina, encargada de generar saciedad. Además, el cansancio reduce el autocontrol y empuja al cerebro a priorizar alimentos ricos en azúcares y carbohidratos, que entregan energía rápida. Estudios advierten que dormir poco no solo incrementa la sensación de hambre, sino que también afecta las decisiones alimentarias, haciendo más difícil distinguir entre comer por necesidad y comer por puro agotamiento… En resumen: todo mal.