En Rusia, en medio de una profunda crisis demográfica marcada por la baja natalidad, surgió una propuesta que rápidamente llamó la atención: restringir o apagar el acceso a internet durante la noche, a partir de las 23 horas, para incentivar que las parejas jóvenes “interactúen” más entre sí. La idea fue planteada por un diputado regional, no por el Kremlin, y no contempla cortes de electricidad, aunque en redes sociales ya se habla de un eventual apagón.
El argumento detrás de la iniciativa apunta a que el uso excesivo de pantallas estaría desplazando la convivencia y la intimidad, luego de que bonos y subsidios estatales no lograran aumentar los nacimientos. ¿Creen que podría funcionar una política así?