La madrugada de este martes, la Policía de Investigaciones (PDI) llevó a cabo la denominada “Operación Apocalipsis”, un operativo simultáneo en diversas cárceles del país que destapó una red de corrupción encabezada por funcionarios de Gendarmería.
La investigación apunta principalmente a Santiago 1, donde más de 40 gendarmes están acusados de facilitar el ingreso de drogas, teléfonos celulares, alcohol y alimentos de alta calidad, además de permitir visitas de personas indocumentadas vinculadas a organizaciones criminales.
Según antecedentes de CIPER y la Fiscalía Metropolitana Occidente, al interior de los recintos existía un verdadero mercado negro con tarifas fijas, donde se cobraban montos específicos por cada “servicio”: desde $60.000 por permitir el ingreso de personas sin identificación, $15.000 por el uso de baños para encuentros sexuales, hasta $400.000 por un teléfono celular.
La indagatoria también reveló que productos comunes multiplicaban su valor tras el pago de coimas, como un hervidor de $15.000 que terminó costando $150.000, evidenciando un sistema estructurado que, además de Santiago 1 y el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, habría operado en otras cárceles del país.
*Recordemos que esta es una investigación en curso