Casarte con tu mejor amigo: menos riesgo de divorcio

La ciencia ha puesto atención a una fórmula que suena conocida, pero ahora tiene respaldo académico: amistad primero, matrimonio después. Diversos estudios en psicología de parejas indican que las relaciones que se construyen sobre una amistad previa y profunda suelen contar con más herramientas emocionales para enfrentar conflictos, adaptarse a los cambios y sostener una convivencia estable en el tiempo.

Según los expertos, cuando el vínculo parte desde la confianza, la comunicación y el conocimiento mutuo, antes del enamoramiento romántico, se reducen los choques de expectativas y aumenta la capacidad de resolver problemas en conjunto. Este tipo de inicio podría incluso asociarse a un menor riesgo de divorcio, no porque elimine los conflictos, sino porque ofrece una base más sólida para atravesarlos sin necesidad de salir corriendo