¿Auditores de Carolina lo pierden todo? La justicia turca revisó un caso que llevó una pregunta muy del siglo XXI directamente a los tribunales: ¿puede un “me gusta” considerarse una forma de infidelidad? El conflicto surgió cuando interacciones aparentemente inocentes en redes sociales comenzaron a tensionar la confianza de una pareja. El tribunal, lejos de limitarse al mundo físico, determinó que ciertos gestos digitales también pueden tener impacto real, recordando que las redes sociales no son un territorio libre de consecuencias.
La resolución no establece que cada like sea un delito amoroso, pero sí subraya que, en tiempos de corazones, reacciones y mensajes instantáneos, la comunicación digital también pesa en las relaciones. En otras palabras, lo que antes era una mirada cómplice en la calle, ahora puede ser un doble tap en una foto ajena. Y para efectos legales, ese gesto no siempre pasa desapercibido… Así que ojito a los que se les anda deslizando el dedo en las fotos de las chiquillas…
