La nueva ronda de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI), publicada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, puso el foco en los jóvenes de 14 a 18 años y en cómo evalúan distintos aspectos de su vida. Entre los datos más llamativos está que este grupo etario registra sus niveles más bajos de satisfacción precisamente en dos áreas que suelen definir la adolescencia: la relación con su propio cuerpo y la relación consigo mismos. Etapa siempre complicada…
El estudio también mostró que, en todos los ítems evaluados, las mujeres presentan promedios de satisfacción más bajos que los hombres, patrón que se repite incluso cuando se compara por quintil socioeconómico. Es decir, independientemente de la situación económica, la curva emocional parece seguir el mismo recorrido. Un panorama que, aunque no sorprenda del todo, entrega información clave para entender cómo se sienten los jóvenes en una etapa ya de por sí bastante enredada.