Un gato criado entre perros se volvió viral luego de que un video mostrara su sorprendente comportamiento: en vez de maullar, intenta “ladrar” y enfrenta a quien se le acerca con la misma seguridad que un perro guardián. En las imágenes incluso adopta posturas típicas caninas, como mirar fijo, tensar el cuerpo y plantarse con aire desafiante.
El registro ha generado curiosidad, ya que evidencia cómo la convivencia con otras especies puede influir en ciertos aprendizajes. En este caso, el felino habría incorporado vocalizaciones y gestos propios de los perros con los que creció, dando como resultado un gato que parece convencido de pertenecer a la jauría.
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