El más reciente estudio del Senda vino con una sorpresa que nadie vio venir: los chilenos están tomando menos. Sí, menos. La prevalencia de consumo mensual de alcohol bajó a 34,6 %, el registro más bajo desde 1994, con descensos tanto en hombres como en mujeres y caídas especialmente fuertes en los grupos de 26 a 34 y de 45 a 64 años. Una especie de “nos estamos chantando”, pero a nivel nacional, donde incluso el consumo diario de tabaco mostró un descenso moderado.
Las otras sustancias siguieron la misma tendencia más sobria: la marihuana bajó levemente, alcanzando su punto más bajo en diez años, y drogas como cocaína, pasta base y sintéticos se mantuvieron en cifras bajas y estables. Incluso los analgésicos sin receta retrocedieron un poco. Un panorama que, entre líneas, deja un mensaje curioso: Chile, por primera vez en mucho tiempo, parece estar eligiendo menos humo, menos copas y, quizá, más salud…
