La Cámara de Diputadas y Diputados encendió las luces altas con un nuevo proyecto que podría cambiar el tránsito de más de alguien: para obtener o renovar la licencia de conducir, los usuarios tendrían que no estar inscritos en el Registro Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos. La iniciativa, presentada por parlamentarios oficialistas e independientes, ya pasó su primera etapa legislativa y continuará su camino en el Senado. El chequeo del registro quedaría en manos de las Direcciones de Tránsito municipales, que revisarán si el solicitante está al día no solo con los papeles del auto, sino también con sus responsabilidades parentales.
El proyecto también contempla que una licencia emitida podría ser cancelada si, posteriormente, su titular ingresa al registro de deudores. Para eso, los municipios deberán revisar mensualmente la nómina para detectar casos dentro de su comuna. Quienes queden inhabilitados podrán recuperar su permiso apenas salgan del registro, sin esperar los dos años que exigen otras causales de cancelación. En resumen, una señal clara para quienes creen que llegar tarde a la pensión de alimentos es una “falta leve”…
