Este lunes, la fiscalía chilena formalizó a Ariel Wolfenson, quien se promocionaba públicamente como el “mejor abogado de Chile”, por cargos de apropiación indebida, mientras enfrenta también una querella por delitos económicos. El caso había sido puesto en la mira de los medios hace unos meses, cuando se conocieron diversas denuncias que cuestionaban sus actuaciones y la veracidad de sus autoproclamadas credenciales.
La investigación sigue avanzando y la fiscalía está monitoreando sus movimientos y propiedades para determinar el alcance real de los delitos que se le imputan. Este episodio abre un debate sobre la credibilidad profesional y la regulación de la publicidad en el ejercicio de la abogacía…