Dos noticias recientes han puesto en el centro de la escena a un profesor universitario de la Universidad Finis Terrae, acusado de imponer experimentación humana a sus alumnos durante sus clases, lo que ha generado una denuncia formal ante las autoridades. Según los reportes, el docente habría realizado ensayos con estudiantes de su curso sin consentimiento adecuado, o al menos eso es lo que señalan los denunciantes. La comunidad universitaria observa con asombro cómo una supuesta clase se transformó en un “laboratorio” improvisado en el que los participantes no sabían que serían los sujetos de prueba.
La situación ha desencadenado una investigación institucional para aclarar los hechos, recopilar testimonios y determinar responsabilidades. Mientras tanto, los involucrados relatan el momento en que el profesor dio indicaciones que irradiaron sorpresa y malestar: una clase que pretendía ser normal, terminó siendo objeto de una queja pública. La universidad promete transparencia y las autoridades evalúan qué medidas se adoptarán a la brevedad.