Una enfermera española ha sido condenada a prisión después de acceder sin autorización al historial clínico de su exmarido, vulnerando su privacidad médica. Los tribunales la hallaron culpable de acceder al sistema de salud en múltiples ocasiones sin justificación asistencial, lo que llevó a que se decretara una pena de cárcel junto con la inhabilitación para ejercer en el ámbito sanitario.
El caso recalca cómo los datos médicos, que deberían permanecer bajo estricta confidencialidad, pueden convertirse en objeto de abuso incluso por profesionales de la salud. La sentencia, además de prisión, incluye multas e inhabilitación cuyo objetivo es proteger la integridad del sistema de registros clínicos y prevenir futuros accesos ilícitos.
