Sí, leíste bien: el pene también puede encogerse. Según Ochsner Health, la edad juega un papel clave, porque con los años el flujo sanguíneo disminuye y las células musculares del tejido eréctil se debilitan. Resultado: menos volumen y menos potencia. Un recordatorio de que el paso del tiempo no perdona… ni ahí.
Pero ojo, no todo es culpa de los cumpleaños. Factores “no naturales” como fumar, enemigo declarado del sistema circulatorio, también pueden achicar la historia. Y la obesidad, aunque no reduce directamente el tamaño, sí puede “esconderlo” bajo exceso de grasa, complicando desde la micción hasta la vida sexual. En pocas palabras: el estilo de vida también se mete en la ecuación.
