Un jurado federal en San Francisco determinó que Google debe pagar 425,7 millones de dólares tras una demanda colectiva que acusa a la compañía de invasión de privacidad. La acción legal, que incluye a aproximadamente 98 millones de usuarios en Estados Unidos, sostiene que Google continuó recopilando datos de actividad aun cuando los usuarios habían desactivado la opción de seguimiento en sus cuentas entre julio de 2016 y septiembre de 2024.
Según los documentos del caso, la empresa utilizó información obtenida a través de apps y sitios de terceros, sin informar claramente a los usuarios sobre la recolección de sus datos. Google anunció que apelará la decisión, asegurando que sus productos siempre han ofrecido opciones de control de privacidad y que el jurado malinterpretó el funcionamiento de sus servicios.