Sí, ese ser con el que peleaste por el control remoto, la última empanada y hasta por el asiento del auto… pero al que igual amas (aunque no siempre lo admitas). Entre discusiones, secretos compartidos y alianzas temporales, los hermanos son la contradicción más linda de la familia.
¿Con qué tontera todavía te molesta tu hermano, pero igual lo perdonas?
