En el Hospital Base de Osorno se ha destapado una pesadilla digna de guion surrealista: un trabajador con Trastorno del Espectro Autista (TEA), identificado como Camilo, fue atado, rapado y quemado con vapor por sus colegas, hechos que quedaron registrados en videos que vinculan al recinto con un episodio de tortura laboral. Según los registros, las vejaciones se extendieron durante meses, con situaciones “extremadamente denigrantes”, incluyendo desnudez forzada, acoso continuo y el último bocado indignante: el vapor hirviente sobre su piel.
La gravedad de la situación movilizó a las autoridades sanitarias y judiciales: ya se ha confirmado la apertura de un sumario interno para investigar los hechos y determinar responsabilidades. Mientras tanto, los videos circulan en redes sociales, generando consternación y llamadas urgentes a una respuesta clara y contundente por parte del sistema público y la justicia. Lo que empezó como silencio se transformó en una denuncia que ya no puede ser ignorada.
