En la inmensa toma “Nuevo Amanecer” de Cerrillos, que surgió tras la pandemia y alberga unas 14.000 personas en 40 hectáreas, se alzó una insólita “caseta de seguridad”. Según reporta el matinal “Mucho Gusto”, esa garita no fue pagada por el municipio, sino por los propios habitantes, quienes aportan unos $10.000 mensuales por conserje en turnos de 12 horas. Es decir: seguridad comunal, con guardias autogestionados por los vecinos para evitar que el lugar se convierta en un macro-botadero.
Los conserjes ni siquiera se contentan con cobrar: mantienen además una “lista de deudores” para quienes no han hecho su aporte. El alcalde de Cerrillos, Johnny Yáñez, aclaró que el municipio no tiene nada que ver y que esto es una iniciativa de la comunidad de la toma, supuestamente para controlar la basura…
