Una vez más, la tragedia toca a los pudúes: otra pudú embarazada murió tras ser atacada por un perro. Este caso refuerza una tendencia alarmante: el 60 % de los pudúes ingresados a centros de rehabilitación este año lo hicieron como víctimas de ataques caninos. El infortunado animal llegó con heridas graves y, pese a los esfuerzos veterinarios, falleció debidos a la gravedad de las lesiones.
Los centros de rescate, por su parte, acumulan historias dolorosas en plena temporada de partos, donde las hembras preñadas se convierten en presas fáciles. El problema, claro, no es la fauna autóctona, sino la irresponsabilidad humana: perros sueltos, falta de control y abandono que complican aún más la protección de estas especies nativas.
