Un estudio publicado en la revista Appetite, encontró una correlación entre la preferencia por sabores amargos y la presencia de rasgos antisociales vinculados a la “Tríada Oscura”: psicopatía, maquiavelismo y narcisismo. La investigación, que comparó cuestionarios de personalidad con las elecciones alimenticias de los participantes, reveló que quienes disfrutan de estos sabores tienden, en promedio, a puntuar más alto en dichos rasgos.
Los especialistas advierten que la relación es estadística y no implica causalidad: beber café negro no convierte a una persona en psicópata. Algunos expertos sugieren que esta afinidad podría estar más ligada a la búsqueda de experiencias intensas que al sabor en sí. El hallazgo abre nuevas líneas de investigación sobre cómo las preferencias alimenticias pueden ofrecer pistas sobre la personalidad, aunque se requiere más evidencia para comprender la naturaleza de esta conexión.