Un estudio de la Universidad Estatal de Oregón reveló que la mayoría de los gatos forman un apego seguro con sus dueños, comparable al vínculo que un niño desarrolla con sus padres. Utilizando la prueba de base segura, los científicos observaron cómo reaccionaban los felinos al ser separados brevemente de sus cuidadores y luego reunidos con ellos en un entorno desconocido.
Los resultados indicaron que cerca del 65 % de los gatos, tanto cachorros como adultos, se mostraron tranquilos y confiados al reencontrarse con sus humanos, evidenciando una relación sólida de seguridad. Este hallazgo rompe con el mito de que los gatos son animales distantes, demostrando que pueden establecer lazos profundos, basados en la confianza y la dependencia afectiva.