Varios estudios científicos han revelado que el sudor masculino contiene androstadienona, una sustancia química capaz de alterar el estado de ánimo y los niveles hormonales en las mujeres, incluyendo cambios en su ciclo menstrual. Estas investigaciones demuestran efectos medibles en la producción de cortisol y otras hormonas reproductivas, así como en la percepción de atracción y bienestar.
Las investigaciones, validadas por la revisión de pares, respaldan la idea de que las señales químicas humanas juegan un papel importante en las interacciones sociales y biológicas entre los sexos.
