Durante años, muchos dueños de perros sospecharon que sus masctoas podían sentir celos, pero ahora los científicos han comprobado que, efectivamente, estos canes tienen emociones mucho más complejas de lo que pensábamos. Investigadores de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, publicaron un estudio en la revista Psychological Science, en el que se demostró que los perros experimentan celos cuando perciben que otro animal está amenazando su vínculo con su dueño. Y lo mejor de todo: no necesitan ver directamente la escena para sentirlo. Si su dueño acaricia a otro perro, aunque sea de mentira, los perros reaccionan como si estuvieran en una competencia…
Los resultados de los experimentos son fascinantes. En las pruebas, los perros intentaban interrumpir la interacción entre su dueño y un perro falso, incluso cuando este no estaba dentro de su campo visual. Esto indica que los perros son capaces de representar mentalmente situaciones sociales, de una forma similar a los niños humanos. Pero aquí viene lo más interesante: estos celos no se activan con objetos inanimados, solo cuando el “rival” es otro perro. Así que si tu perro te lanza una mirada fulminante cuando acaricias a otro, no es una coincidencia, ¡te están toxiqueando!
