Hay varios bebés de 30 años que siguen en la casa de sus papás todavía, pero este caso no es tan así.
Thaddeus Daniel Pierce llegó al mundo el 26 de julio de 2025 en Ohio, pero su historia comenzó mucho antes… en 1994. Congelado durante más de 30 años, el pequeño Thaddeus se convierte ahora en el nuevo récord viviente del uso más prolongado de un embrión criopreservado que termina en un nacimiento exitoso. Su origen se remonta a una fertilización in vitro realizada por una mujer que más tarde donó el embrión, quizás sin imaginar que su potencial hijo saldría del congelador tres décadas después.
La verdadera protagonista de esta historia digna de ciencia ficción es otra mujer, quien tras enfrentar dificultades para concebir, adoptó el embrión a través del programa Snowflakes, especializado en adopción de embriones congelados. El caso supera el récord anterior registrado en 2022, y demuestra que, al menos en el mundo de la reproducción asistida, lo congelado no pierde vigencia… aunque tenga más años que muchos de nosotros.
