Diversas investigaciones en el campo de la psicología y la salud han evidenciado que las personas que se despiertan antes de las 7 de la mañana tienden a experimentar un mejor estado de ánimo y una mayor percepción de bienestar general. Un estudio en 2012 reveló que los adultos con cronotipo matutino presentaban niveles más altos de afecto positivo diario, especialmente en adultos mayores, lo que ayudaría a explicar por qué muchos de ellos reportan sentirse mejor emocionalmente.
Además, estudios más recientes han vinculado el hábito de madrugar con beneficios físicos y mentales, como una mayor actividad física, menor incidencia de trastornos del ánimo y una mejor salud metabólica. Por el contrario, los cronotipos nocturnos se relacionan con mayor sedentarismo, riesgo de diabetes tipo 2 y síntomas depresivos.