El futuro es hoy, creo. Ya que cientos de cabros en China pagan para asistir a oficinas falsas y simular que trabajan… Esta extraña práctica ya se ha convertido en una tendencia que surge como respuesta a los altos niveles de desempleo juvenil, especialmente en ciudades como Beijing, donde el alquiler de espacios de oficina es relativamente barato.
Se les conoce como “empresas de trabajo fingido”, y estas ofrecen escritorios, conexión Wi-Fi, espacios de almuerzo y, por una tarifa adicional, tareas ficticias y simulaciones de conflictos laborales.
En marzo, la tasa de desempleo en este país alcanzó el 16,5% entre personas de 16 a 24 años, y entre quienes tienen entre 25 y 29 fue del 7,2%. Así que no les quedó de otra que pagar entre 30 y 50 yuanes diarios (entre 4 y 7 dólares) para acudir a estas oficinas y sentirse parte del mundo laboral, aunque sin recibir ninguna remuneración a cambio.
Puede que este sea el fin de los “scape rooms”, ya que algunas de estas empresas ofrecen servicios como supervisores ficticios o escenas de pelas de oficina actuadas, agregando una capa de realismo para quienes desean simular con mayor profundidad una experiencia de trabajo convencional.
¿Pagarías por ir?