Sharon Lane, de 77 años, decidió que la vida en tierra firme ya no era para ella. La mujer dejó su hogar en California y, en un arranque de aventura, compró un camarote en el Villa Vie Odyssey, un crucero que promete llevarla a destinos tan exóticos como Japón y Nueva Zelanda durante los próximos 15 años. Y lo mejor de todo: ¡es mucho más barato que vivir en el sur de California! Adiós a las cuentas de electricidad, al tráfico y, por supuesto, a las reuniones interminables de vecinos. Ahora Sharon tiene WiFi, comida, y una brisa marina de lujo.
La mujer se dedicará a disfrutar de la vida a bordo, con el sonido del océano de fondo y sin la necesidad de preocuparse por lavar la ropa. Además, si se cansa de un puerto, solo tiene que esperar a que el barco se mueva de nuevo. ¿Quién dijo que los sueños de jubilación no pueden ser un crucero permanente?
