Este estudio claramente no lo hicimos nosotros, se lo pillamos al University College London (UCL), lugar donde sugieren que dormir siestas breves durante el día podría estar relacionado con una mejor salud cerebral.
Se analizaron datos genéticos y de imágenes cerebrales (resonancias magnéticas) de más de 35.000 personas del Biobanco del Reino Unido. Descubrieron que las personas con una predisposición genética a dormir siestas breves y regulares presentaban un mayor volumen cerebral total, en comparación con quienes no acostumbran a dormir durante el día.
Según los expertos, esta diferencia en volumen cerebral podría equivaler a entre 2,6 y 6,5 años menos de envejecimiento cerebral. Aunque el estudio no encontró cambios significativos en áreas específicas como el hipocampo, sí aporta evidencia sobre el posible rol protector de las siestas frente a la pérdida progresiva de volumen cerebral que ocurre con la edad.
Los especialistas recomiendan que la siesta se mantenga en un rango de 20 a 30 minutos, ya que este periodo permite una recuperación cognitiva sin interferir con el sueño nocturno ni provocar somnolencia posterior.