La nueva ordenanza de Barcelona que busca multar a quienes no rieguen con agua la orina de sus perros en la vía pública llega para promover una convivencia más limpia y respetuosa en la ciudad. Con multas de hasta 300 euros, se pone énfasis en la responsabilidad de los dueños más allá de solo recoger los desechos sólidos, abarcando también el cuidado del espacio público ante la orina.
En Chile, aunque ya existen normas que obligan a recoger los excrementos y a pasear a los perros con correa, no hay una regulación específica sobre el riego de la orina. ¿Crees que esta medida podría implementarse aquí para mejorar la limpieza urbana y fomentar la responsabilidad? ¿O sería solo un cacho más?
