En los últimos años, especialmente tras la pandemia, se ha observado un cambio significativo en las prioridades laborales de los jóvenes. Estudios recientes indican que una proporción creciente de la Generación Z valora la flexibilidad horaria y la autonomía en el trabajo por encima de un salario elevado. Por ejemplo, un estudio realizado en España reveló que el 58% de los encuestados preferiría más días de vacaciones en lugar de un aumento salarial, y un 29% renunciaría a un ascenso por una semana adicional de descanso remunerado al año. Además, un 66% de los integrantes de esta generación aceptaría un salario menor a cambio de mejorar la conciliación entre la vida laboral y personal.
Este fenómeno refleja una transformación en la concepción del trabajo, donde el bienestar personal y la calidad de vida adquieren mayor relevancia que las compensaciones económicas tradicionales. La flexibilidad laboral, que incluye opciones como el teletrabajo y horarios adaptables, se ha convertido en un factor decisivo para muchos jóvenes al elegir un empleo. ¿Ustedes qué prefieren?
