Investigadoras españolas de la misión análoga Hypatia II han demostrado que la sangre menstrual puede servir como fertilizante natural para cultivos en Marte. Durante una simulación en el desierto de Utah (EE.UU.), se utilizó sangre menstrual recolectada con copas menstruales, diluida en agua, para regar legumbres germinadas. Los resultados preliminares mostraron un mayor desarrollo de raíces y brotes más rápidos en las plantas tratadas en comparación con las no fertilizadas.
Esta investigación no solo aborda la sostenibilidad en misiones espaciales, sino que también busca normalizar la presencia de mujeres en el espacio sin interrumpir su ciclo menstrual, transformando un posible inconveniente en una ventaja ecológica.
