Tras tres décadas de servicio en el aeropuerto de Marsella-Provenza, un trabajador fue despedido junto a tres colegas por entregar alimentos próximos a vencer a personas en situación de calle. Las raciones, que debían ser desechadas por las cadenas Starbucks y Prêt à Manger, eran entregadas diariamente a más de 80 indigentes al final de la jornada. Según declaró uno de los involucrados, la práctica era conocida y permitida por sus superiores, quienes habrían optado por esta vía ante el alto costo que implica desechar los productos en contenedores especiales.
Sin embargo, tras la difusión del caso, las empresas franquiciadas negaron cualquier autorización, argumentando que solo los contratos explícitos permiten el retiro de mercancía destinada a la basura. Afectado por la decisión, el trabajador aseguró que presentará una demanda ante el tribunal laboral, afirmando que actuó por humanidad: “Estoy orgulloso por haber dado de comer a quienes no podían hacerlo”. El despido ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde muchos defienden la acción como un acto de dignidad y empatía.