En Ormuz, Irán, una playa se tiñó completamente de rojo intenso, como sacada de una película de terror o un videoclip de la Rosalía. Pero no es sangre ni algo sobrenatural: se trata de un fenómeno natural causado por una floración masiva de algas con pigmentos rojizos. Eso sí, el espectáculo fue tan impactante que más de uno pensó en señales apocalípticas, o una campaña publicitaria de mal gusto.
Los expertos explicaron que este tipo de algas no representa necesariamente un peligro para la salud humana, aunque sí puede afectar el ecosistema local si se descontrola. En resumen: la naturaleza se mandó un performance digno de redes sociales… pero con ciencia detrás.
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