La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, rechazó categóricamente la propuesta del eurodiputado francés Raphaël Glucksmann de devolver la Estatua de la Libertad a Francia. Glucksmann argumentó que Estados Unidos ya no representa los valores de libertad y democracia que inspiraron el obsequio del monumento en 1884, especialmente bajo la administración de Donald Trump.
En respuesta, Leavitt afirmó que “por supuesto que no” se devolverá la estatua y recordó que “es solo gracias a los Estados Unidos de América que los franceses no están hablando alemán en este momento”, aludiendo al papel de EE.UU. en la liberación de Francia durante la Segunda Guerra Mundial… Palos iban y palos venían.
