Nada mejor que llorar en un hombro trabajado, o eso al menos piensan en Japón, en donde la empresa Ikemeso Danshi ha llevado la terapia del llanto a otro nivel con su servicio de rui-katsu (búsqueda de lágrimas). La propuesta es simple, pero inusual: los clientes pueden contratar a un hombre atractivo para que los acompañe mientras ven una película triste y se desahogan llorando, con el extra de recibir consuelo e incluso un pañuelo para secar sus lágrimas.
El objetivo es crear un espacio seguro donde la liberación emocional ayude a reducir el estrés. Durante la sesión, el acompañante brinda gestos de apoyo, como palabras de consuelo o una palmada en el hombro, generando un ambiente de comprensión. Cada encuentro cuesta alrededor de 7,900 yenes (unos 65.000 pesos chilenos aproximadamente) y está diseñado para quienes tienen dificultades para expresar sus emociones en su día a día. Una especie de psicólogo, pero que puedes asegurarte que sea guapo.
