Una reciente investigación sugiere que las parejas que mantienen un sentido del humor juguetón y se hacen burlas entre sí suelen disfrutar de relaciones más felices y estables. El estudio destaca que el humor compartido fortalece la conexión emocional, reduce el estrés y ayuda a las parejas a superar momentos difíciles con mayor facilidad.
Los expertos señalan que las burlas “saludables”, siempre y cuando sean respetuosas y no dañinas, pueden ser una señal de confianza y complicidad en la relación. Sin embargo, advierten que es fundamental conocer los límites de la pareja y evitar comentarios que puedan ser hirientes.
