¿Te gusta ver películas de terror?
Puede que muchas veces, ver una película de terror cause algunos efectos negativos en nuestro cerebro, como ansiedad, miedo e insomnio… Pero, ¿sabías que también hay varios efectos positivos?
Positivos:
Ejercita nuestro cerebro: Los elementos que están involucrados en una película de terror actúan como un estímulo para el cerebro y evocan actividad, en él, que liberan neurotransmisores que, a su vez, amplían nuestra capacidad de pensar.
Quema la misma cantidad de calorías que una caminata de 30 minutos: Según el Dr. Richard McKenzie, profesor principal y especialista en Metabolismo celular y Fisiología en la Universidad de Westminster, “a medida que el pulso se acelera y la sangre fluye por todo el cuerpo más rápido, el cuerpo experimenta un aumento de la adrenalina. Es esta liberación de adrenalina de acción rápida, producida durante estallidos cortos de estrés intenso (o, en este caso, provocado por el miedo), lo que se sabe que reduce el apetito, aumenta la tasa metabólica basal y, en última instancia, quema un nivel más alto de calorías”.
Te ayuda a fortalecer el sistema inmunológico: Como se explicó antes, cuando vemos una película de terror, nuestro cuerpo segrega gran cantidad de adrenalina, como si corriéramos una carrera, y activa nuestro sistema inmunológico. Un estudio que se llevó a cabo recientemente demostró que las personas que veían películas de terror con frecuencia tenían un aumento de glóbulos blancos.
Ayuda a lidiar con el estrés: Los investigadores creen que un buen susto mejora el estado de ánimo y ayuda a sentirse mejor. Según un estudio que se llevó a cabo en 2012, “los diferentes neurotransmisores y hormonas liberados durante la experiencia podrían explicar eso. O, al optar voluntariamente por soportar una actividad aterradora o estresante, ya sea ver una película extraña o saltar en ‘bungee’, es probable que experimentes una sensación de éxito después de todo”.
Aumenta tu habilidad para enfrentar situaciones extremas: Cuando vemos una película de terror, damos a nuestro cerebro varios estímulos visuales de situaciones difíciles, y lo instamos a encontrar formas de enfrentar tales escenarios. A medida que vemos más y más películas de terror, nuestro cerebro aprende nuevas habilidades para enfrentar situaciones extremas y nos prepara para las futuras.