Esta no es la primera demanda que pierde el gigante tecnológico en su afán por crear un presunto monopolio.
Después de perder una enorme demanda, Google se vio obligado a desembolsar millones de dólares. Hace cuatro años, el gigante tecnológico recibió una demanda del Departamento de Justicia de Estados Unidos junto con varios estados del país. Estos acusaron a Google de abusar de su poder con respecto al acceso de los consumidores a las aplicaciones en dispositivos móviles que ejecutan su sistema operativo Android.
Luego, en 2021, Epic Games y otros desarrolladores también presentaron una demanda contra Google, ya que supuestamente obligó a los desarrolladores de juegos a utilizar su sistema de pago propietario para las aplicaciones descargadas de Play Store.
Además de esto, Google está pagando una friolera de 630 millones de dólares “que se distribuirán en beneficio de los consumidores de acuerdo a un plan aprobado por el Tribunal”, así como 70 millones de dólares adicionales a un fondo para uso de los estados.
Eso sí, la indemnización de estos casos podría durar años y, con el tiempo, las demandas presentadas por los estados podrían combinarse con el caso federal. El resultado final podría llevar a que Google se divida en empresas más pequeñas, según Sally Hubbard, directora de estrategia de cumplimiento en el Open Markets Institute y autora de Monopolies Suck.
La última demanda hacía referencia a prácticas anticompetitivas relacionadas con su tecnología publicitaria. El fiscal general de Texas, Ken Paxton, dirigió la investigación sobre Google y anunció la demanda: “Google utilizó repetidamente su poder monopolístico para controlar los precios y participar en colusiones de mercado para manipular las subastas en una tremenda violación de la justicia”, dijo Paxton.
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