Un estudio reciente reveló que el 26% de los empleados que trabajan desde casa admiten tomar una siesta en medio de su jornada laboral. La falta de supervisión directa y la mayor flexibilidad horaria permiten que muchos trabajadores integren estos descansos cortos como una manera de recargar energías y mejorar su productividad.
Si bien algunos consideran que este hábito puede disminuir la eficiencia, otros lo ven como una estrategia válida para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. El estudio también arrojó que es común realizar tareas del hogar o incluso hacer compras en línea durante las horas laborales.