Una pareja en California vivió una experiencia insólita al descubrir que un oso de aproximadamente 160 kilos había convertido su sótano en su hogar temporal. Los propietarios habían notado ruidos extraños y decidieron instalar una cámara de seguridad para investigar. Para su sorpresa, el intruso resultó ser un gran oso que había estado durmiendo justo debajo de ellos.
Este comportamiento podría explicarse por la inusual ola de calor que azotó California en las últimas semanas. Durante las altas temperaturas, los osos suelen buscar lugares frescos y tranquilos para refugiarse. El sótano de la casa, inadvertidamente, ofrecía el ambiente perfecto para que el animal se sintiera seguro, algo que los dueños nunca imaginaron.