El equilibrista estonio Jaan Roose ha alcanzado una hazaña sin precedentes al convertirse en la primera persona en cruzar de un continente a otro caminando sobre una cuerda floja. Roose, reconocido por su audacia y precisión, atravesó los 1.074 metros del estrecho del Bósforo, uniendo Asia y Europa, a 165 metros de altura sobre las aguas que dividen Estambul. La histórica travesía, que duró 47 minutos, fue realizada con calma y concentración, consolidando a Roose como uno de los equilibristas más destacados del mundo.
El cruce del Bósforo representa no solo una proeza física, sino un símbolo de conexión entre culturas y continentes. La ciudad de Estambul, famosa por ser un puente entre Oriente y Occidente, se convierte ahora en el escenario de un nuevo récord en la historia del equilibrio extremo. Roose, con su gesta, no solo desafió la gravedad, sino que también dejó una marca imborrable en la historia del deporte y del espectáculo a nivel global.