¿Por qué algunas personas sienten picazón después de una picadura de mosquito o de la exposición a un alérgeno como el polvo o el polen, mientras que otras no?
Un nuevo estudio ha identificado la razón de estas diferencias, encontrando la vía por la que las células inmunes y nerviosas interactúan y provocan picazón.
Los investigadores especialistas en alergia e inmunología del Hospital General de Massachusetts, plantearon la hipótesis de que las células inmunitarias innatas podrían ser capaces de establecer un “umbral” en las neuronas sensoriales para la reactividad de los alérgenos, y que la actividad de estas células podría definir qué personas tienen más probabilidades de desarrollar alergias.
Los investigadores realizaron diferentes análisis celulares y secuenciación genética para tratar de identificar los mecanismos involucrados. Descubrieron que un tipo específico de célula inmunitaria poco comprendido en la piel, al que llamaron células GD3, produce una molécula llamada IL-3 en respuesta a desencadenantes ambientales que incluyen los microbios que normalmente viven en la piel.
Dado que el tipo de células inmunes en el modelo de ratón es similar al de los humanos, los autores concluyen que estos hallazgos pueden explicar el papel de la vía en las alergias humanas.
“Nuestros datos sugieren que esta vía también está presente en los seres humanos, lo que plantea la posibilidad de que al actuar sobre la vía de señalización mediada por IL-3, podamos generar nuevos tratamientos para prevenir una alergia”, afirmó Sokol.
“Aún más importante, si podemos determinar los factores específicos que activan las células GD3 y crean este circuito mediado por IL-3, podríamos ser capaces de intervenir en esos factores y no solo comprender la sensibilización alérgica, sino también prevenirla”.
Y tú… ¿eres alérgico?