La startup canadiense, Clio, está creando un sistema operativo basado en IA para bufetes de abogados que permitirá ayudar a priorizar tareas, facilitar la creación y revisión de documentos legales, gestionar aprobaciones pendientes y tareas vencidas, y proporcionar información sobre la operativa del despacho.
Este movimiento se produce en un momento en que hay un creciente interés en la IA dentro de la comunidad legal, ya que los bufetes buscan aprovechar la tecnología para mejorar la eficiencia y el servicio al cliente.
Imaginemos un tribunal donde la IA actúe como un asistente omnipresente, garantizando que cada caso se base en los precedentes más pertinentes y recientes, reduciendo la posibilidad de errores humanos y sesgos.
¿Confiarías en una IA para que te represente legalmente?