Un reciente conflicto legal ha surgido en el mundo de la inteligencia artificial y la música, enfrentando a la poderosa empresa OpenAI contra un creador chileno detrás del proyecto FlowGPT. Este productor, también basado en inteligencia artificial, ganó notoriedad tras viralizar una canción que utilizaba la voz del famoso cantante Bad Bunny, generando controversia y especulaciones sobre posibles acciones legales del artista.
Aunque inicialmente se rumoreaba que Bad Bunny podría tomar medidas legales por el uso no autorizado de su voz en el proyecto titulado “NostalgIA”, fue OpenAI quien finalmente presentó una demanda. La empresa, conocida por ser la creadora de ChatGPT, alega que el nombre FlowGPT infringe sus derechos sobre la sigla “GPT”, que representa “Generative Pre-trained Transformer”. Según el creador de FlowGPT, los problemas comenzaron tras registrar su marca en Chile, lo que atrajo la atención de los abogados de OpenAI.
Por su parte, el usuario chileno defiende su posición argumentando que en su contexto, “GPT” significa “Generador Preentrenado de Temazos”, un acrónimo distinto que no debería causar confusión con la tecnología de OpenAI.