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El beso tiene su lado bien bueno, ¿cierto?
Por un lado, puede ayudar a relajarte, a bajar la presión arterial y a mover los músculos de la cara, así que es un win-win para el estrés y la gimnasia facial. La info viene del doctor Santiago Bacci, un pro en temas de infecciones, quien lo dijo para el Día Internacional del Beso, que fue el 13 de abril. Muack.
Pero ojo, porque el beso también puede ser una bomba de tiempo si hablamos de gérmenes. Según el experto, puedes contagiarte cosas como la mononucleosis, que te deja con dolor de garganta y ganglios hinchados, además de cosas menos glamorosas como la gripe, el herpes labial, hepatitis o hasta hongos. O sea, un beso no siempre es sinónimo de “felices para siempre”.
Para evitar que el beso se convierta en un terreno minado, Bacci recomienda que te laves los dientes y la boca como si fuera tu misión en la vida. Además, no estaría mal vacunarse contra el VPH y la hepatitis B, por si las dudas.
El consejo final del doctor es sencillo: Si te aseguras de tener una buena higiene bucal, el beso puede seguir siendo el beso y no una fiesta de gérmenes. Así que, si te vas a poner romántico, al menos que sea con la boca limpia y las vacunas al día. ¡Besos seguros y con protección, querid@s!
