Un bar japonés ha sido muy criticado por ofrecer a sus clientes un polémico servicio de cachetadas antes de servirles la comida.
El Shachihoko-ya de Nagoya servía sus aperitivos con una buena ración de cachetadas propinadas por su personal femenino: Se dice que este extraño servicio ha revitalizado el negocio del establecimiento, atrayendo a un número cada vez mayor de clientes dispuestos a probar esta dolorosa experiencia. Al principio, las cachetadas las daba un solo miembro del personal del izakaya, previa petición, pero a medida que crecía la demanda, la dirección contrató a varias chicas dispuestas a repartir cachetadas e incluso empezó a cobrar 100 yenes por bofetada.
El servicio era popular entre japoneses y japonesas, así como entre turistas extranjeros curiosos. “Cuanto más fuerte les pegaba la empleada, más excitados se ponían los clientes”, afirma el informe de un medio local que asistió al bar. “No sólo no se enfadaban, sino que parecían sentirse más relajados. Incluso daban las gracias al miembro del personal que les pegaba”.
Y, como se puede ver en el vídeo, estas cachetadas no son ninguna broma: Algunas de las chicas se dejaban y a los clientes les encantaba.
¿Irías por su par de cachetadas?