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QUE SE LE ECHA A LA OLLA: HÍGADO ENCEBOLLADO

QUE SE LE ECHA A LA OLLA: HÍGADO ENCEBOLLADO

Le dieron el alta al No-tricionista y como no se puede desperdiciar los interiores que compro en Franklin, el día de hoy en Tumba La Casa tenemos: ¡HÍGADO ENCEBOLLADO!

Ingredientes:

  • 1/2kg. de hígado
  • 1 cebolla
  • Aceite de oliva
  • Perejil
  • 1 chorro de vino (tinto, en mi caso, pero se le suele poner blanco)
  • 1/2 taza de caldo
  • Sal y pimienta

Preparación:

Paso 1: El baile de la cebolla

Comenzamos este viaje culinario calentando una sartén con un generoso chorro de aceite de oliva. Añadimos las cebollas, cortadas en rodajas o en ese misterioso corte que algunos llaman “en pluma” (¡no importa cómo las llames, lo importante es cómo saben!). Agregamos una pizca de sal para que las cebollas se relajen y se ablanden en la sartén, como tomando un baño de spa. Cocinamos a fuego medio, asegurándonos de que estén tiernas pero manteniendo su encanto opaco.

Paso 2: El momento estelar del hígado

En medio de esta fragante sartén, hacemos un espacio mágico y colocamos nuestro hígado. Aquí es donde empieza el espectáculo: el hígado se sella a fuego medio hasta que se vista con un dorado que haría envidiar al sol. Luego, se mezcla con las cebollas, creando una armonía de sabores y texturas que te dejarán con ganas de más.

Paso 3: El toque mágico

Este es el momento en el que nuestra receta da un giro encantador. Agregamos sal, pimienta y un toque de perejil fresco. Ahora, presta atención: es hora de añadir un generoso chorro de vino (yo opté por tinto, pero puedes usar blanco si lo prefieres). ¡Mueve con una cuchara de madera y observa cómo el alcohol del vino se evapora en una danza aromática! Adiós al tufo espantoso, ¡hola al aroma divino!

Paso 4: La magia final

En este punto, agregamos el caldo y cubrimos nuestra sartén misteriosa. Dejamos que todo esto se mezcle en secreto durante 10 minutos, o hasta que casi todo el líquido se haya evaporado y quede un menjunje sabrosón digno de una ola de aplausos.

Conclusión

Ahora tienes en tus manos un plato de hígado encebollado que desafía la monotonía de las recetas tradicionales. La clave está en la frescura de los ingredientes y el toque mágico del vino. Recuerda, no cocines el hígado en exceso, ¡queremos que sea suave y jugoso como una melodía perfecta!