En 1980, cuando Steve Jobs llevó a la empresa al mercado de valores, pocos podían imaginar la montaña rusa financiera que estaban a punto de abordar. Desde el humilde garaje de los dos Steves hasta el gigante tecnológico que es hoy en día, Apple ha superado todas las expectativas y ha dejado a más de uno lamentándose por no haber comprado una sola acción en aquel entonces.
Aunque el precio original de $22 se traduciría a unos $81.62 ajustados por la inflación en la actualidad, eso sería solo el comienzo de tu ganancia. ¿Por qué? Bueno, a lo largo de los años, Apple ha realizado cinco divisiones de acciones, aumentando tu tenencia inicial a 168 acciones. ¡Imagina el valor de eso hoy!
En un mundo hipotético donde el precio se hubiera mantenido estable, tu inversión modesta se habría transformado en un generoso botín de $3696, y eso es sin contar el precio de inflación.
Sin embargo, antes de que te sumerjas en un mar de arrepentimiento, recuerda que el éxito de Apple es una excepción en un mar de startups y empresas emergentes. Por cada Apple, hay innumerables empresas que nunca despegan. Aunque es tentador imaginar lo que podría haber sido, también es esencial recordar que la inversión en el mercado es un juego arriesgado.