En medio de un verano lleno de sorpresas y desilusiones en el mundo de las series, el público ha hablado alto y claro: el fenómeno televisivo del momento no es un recién llegado, sino un veterano drama legal que se ganó el corazón de millones hace años. Suits, la serie que siguió las intrigas y triunfos de un genio legal sin título, ha resurgido con fuerza en Netflix, atrapando a los espectadores y dejando a todos con la boca abierta.
Con más de 3.700 millones de minutos de visionado en tan solo una semana, Suits ha arrasado en las listas de éxitos globales y especialmente en los Estados Unidos. Protagonizada por Patrick J. Adams y Gabriel Macht, esta serie que concluyó su emisión hace cuatro años ha demostrado que su atractivo sigue intacto. Sin embargo, la fama y los minutos vistos no se traducen en recompensas deslumbrantes para todos. Uno de los guionistas, a pesar del increíble éxito, compartió una desoladora recompensa de tan solo 260 dólares, recordando que el mundo del entretenimiento no siempre es un camino de rosas.
A medida que los casos legales y las intrigas de Patrick J. Adams, Gabriel Macht y hasta Meghan Markle regresan a la conversación, los guionistas de Suits no ocultan su descontento. Este sorprendente resurgimiento del drama legal también ha abierto un debate sobre el modelo televisivo, recordando una época en que las apuestas de ficción de los canales “minoritarios” y de cable básico eran la sensación de la primavera y el verano. En un mar de nuevas producciones, Suits ha demostrado que el viejo encanto de la televisión sigue siendo irresistible para los espectadores modernos.