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Lamentablemente, esto no es algo nuevo, ni que sorprenda. Lo penca es que la tendencia se sigue profundizando.
Y es que más allá de culpar a la vida moderna, a la comida rápida, al sedentarismo, a los padres, a la televisión o al profe de educación física, la cuestión es hacer algo y pronto por promover estilos de vida y alimentación más saludables.
Según el Mapa Nutricional 2020 publicado esta semana por la Junaeb, más de la mitad de los estudiantes chilenos tiene sobrepeso u obesidad.
El estudio es el más grande del país en niños, niñas y adolescentes e incluye datos de casi 8.500 colegios.
El #MapaNutricional2020 creado por Junaeb estudió más de 8 mil establecimientos educacionales, determinando los perfiles nutricionales de niños y niñas. Estos fueron algunos de los resultados @EligeVivirSano pic.twitter.com/KssTl1Bk9b
— Junaeb (@EquipoJUNAEB) March 25, 2021
En él se establecen perfiles de alumnos y alumnas pertenecientes a prekínder, kínder, primero básico, quinto básico y primero medio.
Como te contábamos, el último informe arrojó que más de la mitad tiene sobrepeso u obesidad y, dentro de este grupo, la obesidad severa tiene una prevalencia de 7,6%.
En prekínder, la obesidad alcanza un 28,6%, en kínder un 29,5% y en primero básico un 27,9%.
En esos tres primeros cursos, cuatro de cada 10 niños con obesidad tienen obesidad severa.
El #MapaNutricional2020 arrojó que los tres primeros niveles son los más afectados por los problemas nutricionales. En prekínder, la obesidad total alcanza un 28,6%, en kínder, un 29,5% y en primero básico un 27,9% @EligeVivirSano pic.twitter.com/AwIKha09nC
— Junaeb (@EquipoJUNAEB) March 25, 2021
Y en todos los cursos, las niñas tienen menor prevalencia de obesidad total que los niños, lo que se puede deber a que, en esta etapa, las niñas ya comenzaron la pubertad y su crecimiento acelerado; no así los niños, donde más de uno de cada tres presenta algún tipo de obesidad (35%); cifra que, junto con una prevalencia de peso normal de apenas el 26,8%, son muy preocupantes.
También, en un año afectado por la pandemia, se detectó un impacto en la desnutrición de algunos alumnos, principalmente de la población más vulnerable y del norte del país.
El mejor resultado lo tuvieron los primero medio, que disminuyeron la obesidad, lo que puede tener relación con que tengan mayor autonomía en cuanto a sus hábitos alimentarios y de actividad física.
Por último, el estudio demuestra la relación directa entre obesidad y situación económica.
En las familias más vulnerables (primer quintil), los alumnos tienen 44% más de posibilidades de tener obesidad que un niño o niña del 5to quintil.
Por si te interesa saber más, puedes revisar el estudio completo en el siguiente link.
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